Voy a hablaros de un proyecto magnífico situado en Utrech, Países Bajos. Se trata de un jardín comunitario impulsado por vecinos, voluntarios aficionados y profesionales que aman la jardinería: el Jardín Vlinderhof (Jardín de Mariposas) diseñado por el naturalista Piet Oudolf. La creación y mantenimiento colectivo de huertos urbanos y jardines comunitarios mejora la calidad ambiental del entorno y aporta una mayor calidad de vida para los ciudadanos. Es necesario desarrollar nuevos modelos de recuperación del espacio urbano para mejorar la sostenibilidad de las ciudades (tanto a nivel ambiental como relacional).
Imagen: La Tabla Rasa
El jardín Vlinderhof está ubicado en el parque Maximapark un parque urbano de 300 hectáreas (similar al tamaño del caso urbano de Utrech) y que debe su nombre a la reina Máxima. Cuenta con un carril asfaltado de unos seis metros de ancho, llamado Het Lint, para ir en bicicleta, patinar o correr que va alrededor de todo el parque durante unos ocho kilómetros. Junto al carril hay también un camino para montar a caballo.
Este maravilloso jardín, no solo es reclamo para las personas del lugar sino para insectos y fauna silvestre que lo frecuenta lo cual es sumamente beneficioso para preservar la biodiversidad y favorecer la polinización. Se han instalado ‘hoteles para abejas’ e incluso cuenta con un colmenar gestionado por un apicultor.
El jardín se ha creado y está gestionado por vecinos de la zona (lo gestionan 57 de ellos) pero está abierto al público y se puede visitar sin coste alguno.
Os cuento un poco la historia
Este proyecto comenzó cuando se traslado a la zona un jardinero llamado Marc Kikkert. Marc descubrió que había una zona del parque no utilizada y en ese mismo instante pensó en la posibilidad de crear un jardín comunitario allí mismo. Su profunda admiración por el naturalista holandés Piet Oudolf le inspiró para que fuese él quien lo diseñara.
Piet lidera el movimiento conocido como ‘New Perennial moviment’ que promueve el uso de herbáceas vivaces y gramíneas ornamentales. Oudolf ha diseñado, entre otros parques y jardines, el ‘High Line’ de Nueva York o ‘Lurie Park’ en Chicago.
Nuestro jardinero local se encargó de reunir, informar e inspirar a los vecinos para que hicieran suyo este maravilloso proyecto y además consiguió la financiación necesarial logrando que en marzo de 2013 el ayuntamiento local cediese unos 5000 m2 de zona verde al grupo designado: ‘Amigos de Maxipark’.
Primero se plantaron setos, después plantas (100 especies diferentes) y ya en el mes de marzo y abril de 2014, los voluntarios plantaron vivaces y arbustos : en mayo de 2014 fue inaugurado el jardín.
Y como no podía ser de otra manera, no sólo estamos ante un jardín sino que Vlinderhor se ha convertido en un espacio al aire libre donde se realizan exposiciones, talleres, mercados, jornadas de puertas abiertas y otros eventos. En las tardes y noches veraniegas incluso se disfruta de conciertos al aire libre.
Solo puedo decir que cuando lo veo pienso en que ojalá cunda el ejemplo en otros lugares, y sobre todo, en nuestro país, para que más personas se inspiren y colaboren en la creación y mantenimiento de espacios verdes tan maravillosos como este.
En el Blog de la Tabla podéis ver varias entradas que hablan sobre la magnífica labor que realizan los voluntarios en el jardín (de ahí y de la fan page de Vlinderhof he sacado las imágenes).
Además, esta práctica o movimiento, no sólo incluye jardines, sino también huertos comunitarios y públicos, tal y como muestra el pueblo de Todmorden, en Inglaterra, que ya se autoabastece con las verduras, hierbas y árboles frutales que sus vecinos cultivan en 70 espacios públicos. O ‘Les Avanchets’, Ginebra, donde cada casa tiene su propio huerto. Suiza ya cuenta con más de 50 000 hectáreas de huertos urbanos en su territorio y una gran parte son huertos comunitarios que se llevan adelantes entre todos los vecinos.
En el norte de Europa, en países como Alemania, Gran Bretaña o Países Bajos existe una larga tradición de huertos urbanos. A finales del siglo XIX, surgió en Leipzig la primera experiencia de ‘Schrebergarten’, que originariamente fue un proyecto escolar pero que pronto se expandió fuera de las aulas por toda Alemania. Durante la II Guerra Mundial se cultivaba en los jardines y se criaban animales de granja para poder subsistir en muchos países. En la actualidad,las actividades de jardinería comunitaria están muy vinculadas con la educación ambiental, el desarrollo local y la integración social. En el Anillo Verde de Vitoria, por poner un ejemplo, cuentan con el Proyecto Basaldea un proyecto de agricultura periurbana dedicado a la horticultura ecológica donde se entrelazan ocio, formación y educación ambiental.
Por suerte para todos y para el planeta… este movimiento está en auge.
“Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes y comprometidos
pueden cambiar el mundo. De hecho, son los únicos que lo han logrado” -Margaret Mead-
Vídeo que muestra el desarrollo de Vlinderhof a lo largo de todo un año
Fuentes consultadas: